QUÉ PUEDO HACER SI SOPECHO QUE TENGO UN PROBLEMA
- Analiza cuánto tiempo juegas y cómo te relacionas con el juego: ¿te pones excesivamente nervioso o ansioso?
- Cuéntaselo a alguien: habla con un adulto de confianza y explícale cómo te sientes.
- Reduce el tiempo de conexión: ponte alarmas que te avisen del tiempo que llevas jugando para poder parar.
- Busca otras formas de divertirte: recupera actividades que hayas abandonado o que te interesen.
- Relaciónate con personas: es importante que quedes con amigos o realices actividades con más gente.
- Evita las cajas botín o micro pagos.
- Busca ayuda profesional: habla con profesionales sobre ello.