QUÉ PUEDO HACER SI SOPECHO QUE TENGO UN PROBLEMA

  1. Analiza cuánto tiempo juegas y cómo te relacionas con el juego: ¿te pones excesivamente nervioso o ansioso?
  2. Cuéntaselo a alguien: habla con un adulto de confianza y explícale cómo te sientes.
  3. Reduce el tiempo de conexión: ponte alarmas que te avisen del tiempo que llevas jugando para poder parar.
  4. Busca otras formas de divertirte: recupera actividades que hayas abandonado o que te interesen.
  5. Relaciónate con personas: es importante que quedes con amigos o realices actividades con más gente.
  6. Evita las cajas botín o micro pagos.
  7. Busca ayuda profesional: habla con profesionales sobre ello.